Hay miradas de diamante, besos imperecederos,
huellas viajadas, imborrables...
Hay sonrisas curtidas, caricias de terciopelo,
tatuajes de algún dolor mal curado,
brisa del alma, bagaje sereno de lo vivido.
Hay personas entre el tumulto,
imágenes heróicas, poesía cotidiana,
belleza balsámica. Arte sin nombre.
Aún hay buscadores de perlas.