lunes, 16 de noviembre de 2015

LOS BUSCADORES DE PERLAS









Hay historias épicas habitando vidas anónimas.
Hay miradas de diamante, besos imperecederos,
huellas viajadas, imborrables...

Hay sonrisas curtidas, caricias de terciopelo,
tatuajes de algún dolor mal curado,
 brisa del alma, bagaje sereno de lo vivido.

Hay personas entre el tumulto,
imágenes heróicas, poesía cotidiana,
belleza balsámica. Arte sin nombre.


 Aún hay buscadores de perlas.

















viernes, 13 de noviembre de 2015

ALLÍ

Allí donde el viento sople,
allí donde te refugies,
allí donde todos vayan...
será allí, donde nunca encontrarás mi hogar.



lunes, 29 de septiembre de 2014

ALQUIMIA



Ni fama ni gloria,
sólo hacer canciones
y ver como se alejan
o se acercan a lo eterno...

Es nuestro oficio.
Artesanía y ejercicio de alquimia,
semilla del milagro
y también el propio milagro.

 Quizá tan sólo llevemos un vuelo raso y calmado
donde enfilar un océano 
en el que hacer reflotar nuestro mundo de ideas, 
melodías, estrofas y libertades.

...quizá sea allí donde vivamos,
cultivando al existir
 una muestra sincera
y frágil, de nuestra desnudez con el Todo.

Tal vez sea esa la expresión de nuestras pasiones,
miedos, sueños y deseos más íntimos,
camuflados en la paleta de una esencia plasmada
a través de un misterioso lienzo ya curtido.

Y quizá también seamos ese lienzo, vivos en la pintura, 
en los pinceles, en todas las imágenes...
Muriendo si el olvido del olor a trementina,
no vuelve a nacer renovado, en el recuerdo de unas huellas.


Quizá no permanezcamos siempre en el recipiente
a través del que se sostienen y existen todas las cosas,
 como puente entre las creaciones de nuestro mundo interior
 y espejo e instrumento de lo creado. 

Sin embargo ahí quedará, día y noche nuestra música...
como una tranquila y brillante melodía de los juncos.
 Si se apagara, nos apagaríamos
también con ella.


...


Ni fama ni gloria,
sólo hacer canciones
y ver como se alejan
o se acercan a lo eterno...





















martes, 13 de mayo de 2014

TENGO UN MAPA Y UNA BRÚJULA





Tengo un mapa y una brújula
donde guardo algún beso furtivo.
Traigo en la garganta un canto de esperanza
que alienta un indescifrable viento favorable.

Sólo abrigo un norte desnudo de canciones
y aunque el oleaje a veces pueda ser esquivo,
creo que el mar siempre lo cura todo,
o casi todo.

Observé mis heridas
sin apartar nunca la mirada de ellas.
Se curan si me enseñan,
cicatrizan si sonrío.

Acumulo más recuerdos que fotografías.
Son huellas imborrables, rastros de una senda,
dulce caudal de imágenes,
memoria y aliento del porvenir.

Aprendí que no hay camino sin tropiezo,
que el amor es un puente, el odio un precipicio,
y que, sin tener nada,
lo tengo todo a la vez...

...que hay mucha escuela en la sonrisa de una abuelilla
y en la mirada de un niño.
...que si el mundo es como aparece ante mis cinco sentidos
y ante los tuyos, es por que son las orillas de los míos.

...que la verdad es más difícil de creer,
y estamos aquí de paso, aligerando certezas.
...que los santuarios secretos existen
y que un viaje no se puede medir tan sólo en kilómetros.

...que los amantes no acaban encontrándose,
pues estuvieron el uno en el otro, desde siempre.
...y que existen mujeres-oasis que con sólo recogerse el pelo
paralizan el mundo durante siglos,
convirtiéndolo en un lugar más amable.

Voy despacio, sorteo precipicios,
huyo del ruido, me subo a las estrellas
y espanto los miedos al dibujar sobre su espalda 
el reflejo de la luna.

Confío en las musas, pues nunca se fueron del todo.
Quizá sólo aguardaban pacientes, 
desnudas en los plurales, con sus esencias fértiles, 
derramadas, misteriosas...

Hacer canciones me salva de la cordura,
y aunque ella no lo sepa, o crea no entender de música,
el universo de sus maneras me ha regalado
una legión de sinfonías.

Todo cambia alrededor...
Y yo, al compás de su melodía,
voy escribiendo en mi diario de estaciones
la primavera de unos labios.












lunes, 1 de octubre de 2012

VIENTOS DEL PUEBLO


Buscaba una canción y encontré un poema. Llevaba tiempo dándole vueltas a varias melodías y quería utilizar alguna de ellas para escribir sobre estos tiempos inciertos que nos están tocando vivir.

Fue Asunción Demartos hace un par de años, la que me propuso embarcarme en un proyecto para hacer un repaso de la vida y obra de Miguel Hernández. Una de las melodías que guardaba le gustó y me pidió que hiciera una adaptación del poema "Vientos del pueblo". Tuve en bandeja la letra que yo no encontraba, ni era capaz de escribir de mi puño. No lo dudé. 

Hay poemas que encierran un mensaje universal de tal envergadura, que son capaces de mantenerse vigentes, ayudando a la vez a rescatar del pasado injusticias que hoy también se perpetran, con nuevos métodos pero idéntica finalidad. Hay poemas que respiran libertad.  Y es urgente recordarlos y cantarlos...





Sabía que iba a ser una obra controvertida, arriesgada y valiente. Y así fué. Nunca he pertenecido a partido político alguno, no me inspiran confianza, imagino que como cada vez, a más gente. Sin embargo, a través de la música, uno puede, de vez en cuando, liberar una necesidad urgente de alzar la voz, para que se escuche a los que ya no la tienen, que cada vez son más...


Nunca te puedes mantener al margen del mundo en el que vives, ni callarte, ni agachar el lomo. La tibieza ante las injusticias es una manera de consentirlas y tolerarlas. Mis reflexiones fuera y dentro de la música, para bien o para mal, también forman parte de ella.


"Vientos del Pueblo" la he querido incluir en "Diario de Viaje", disco que va a ver la luz en breve. Miguel Hernández estará presente, para traer del olvido verdades que siguen hoy más despiertas e incandescentes que nunca. Podré así resumir algunas de mis inquietudes, cantando una canción, o mejor un poema.




miércoles, 25 de enero de 2012

LA CUESTA DE ENERO






  La cuesta de enero es saldar deudas sin alma
 mientras pierdes el crédito y obvias la entrega.
Es ver y apilar los platos sucios con calma
y recogerte la ropa... y doler la friega.

      Es cargar con cojera las vigas a cargo  
  e ir mordiendo el polvo encarcelando la mota.
  Inquisición del juicio, vergüenza en letargo,
   las horas de duelo, el aprobado sin nota.
                                      
    La cuesta de enero es embriagar la cordura
     y empezar de cero maldiciendo la altura.
     Es abrir bodegas y cerrar bien los ojos,
    mirar hacia dentro, combatir los reflejos
     y beberte la bruma, la niebla, el espejo,
     sumando la resta de los números rojos.


  La cuesta de enero es soportar al experto,
 doctorado en talento, que escribe renglones
 sólo a socios ramplones, lumbreras de un huerto,
 nuestra pluma selecta, carroña con óles.

      Y es pintar las paredes, llenarlas de acordes,
     navegar a la contra y huir de la ola,
  la columna y palmada, la prensa y los bordes,
  y la mafia y la noria... y la gloria y la moda.

 La cuesta de enero es darlo todo por nada
templando un latido malherido de espada
a golpes de acero, sudor y errante piedad.
 Y es crujir de huesos, vacío si me nombras,
  exilio de besos, hastío entre las sombras,
   oxidar los febreros y mentir la verdad.




                                                                                             
                                                      

                                                                                

viernes, 2 de diciembre de 2011

NÓMADA

Sólo había una guitarra y yo era zurdo. Ese instrumento, que por aquel entonces me resultaba gigantesco en mi niñez, fue capaz de infundirme un tremendo respeto. Algo que hoy perdura...

Recuerdo que, a hurtadillas, conseguía robárselo a mi hermano y obviando mi zurdera, iba poco a poco desaprendiendo, adaptando el instinto en un ejercicio constante de supervivencia y desafío ante ese hechizante artilugio de madera y nylon que me interrogaba en silencio.


Con los años, aprendes cositas, atajos de estafador, algún que otro truco de barrio y te conviertes en un guitarrista no muy diestro que sigue preguntándose, al mirar atrás, cómo habría resultado su forma de tocar si lo hubiera hecho como le mostraba el cerebro, el corazón, la madre natura...

Hoy sólo queda la anécdota y uno se centra en componer, en crear. A diestro o a siniestro...





Aquel que ama la música nunca se desvincula de ella, porque es su vida, su fuente, lo demás llega sólo...

Han pasado unos cuantos años ya. Bien tocando en bandas con temas propios, bien versionando a algunos de los artistas que he escuchado desde mi infancia y fueron hilo musical de mi adolescencia. Años de carretera mercenaria, inventando la postura imposible en coches cargados de cachivaches, perdiendo neuronas, ganando kilómetros de endorfinas y cardenales, costeándome estudios que no sirvieron de mucho y haciéndome con guitarras, poquito a poco y con esfuerzo. Acordes, vivencias, instrumentos que me han hecho feliz, guitarras zurdas...


Amig@s que me quieren bien fueron escuchando en esa época canciones que iba guardando en un cajoncito, pues en ese tiempo, no tenían cabida en otro formato. Siempre me animaban a grabar, a sacarlas a la luz. Dicen, que uno sólo valora realmente su tierra cuando está lejos de ella, o cuando los espíritus de su pasado descansan allí. Tras regresar a Cádiz y arrastrar el bagaje de alguna que otra mudanza a las espaldas, se dieron las circunstancias para grabar esos temas furtivos y dar un giro al camino recorrido, iniciando así lo que tendría que desandar de nuevo, partiendo de cero y esta vez sólo, con una guitarra y un disco autoproducido debajo del brazo. 

De todos esos años lo único que queda en formato oficial es ese trabajo, "Nómada", que poco tiene que ver con mi pasado, o mucho...según se mire.




Con ésto se cierra una etapa, un ciclo vital. O quizá más bien, se dejen aquí entreabiertas las rendijas de la música, sellada en un disco, espero, ajeno a las leyes del tiempo, pues esa era la intención. Ahí quedó en las plataformas digitales, aunque a mi entender, siempre encerrará mayores matices el formato físico en el que lo edité y del que conservo aún, para los que estéis interesados algunos cds, (pocos), de la última edición. 

Doy desde aquí las gracias a la gran familia de artistas y personas que he ido conociendo a lo largo de estos años y que han formado parte de esta historia que termina, o que empieza de nuevo... Me gustaría mencionar especialmente a Almudena, por haberme regalado y pintado el retrato al óleo que da sentido a la portada.  Es necesario haceros saber desde aquí, de su arte hiperrealista, pues mucha gente cree que se trata de una foto... Tremenda pintora.

Sólo espero que el paso de los años trate a "Nómada" con suavidad. Hoy, curiosamente aparecen nuevas encrucijadas que me hacen sonreir ante la vigencia de los textos, y creo que es síntoma de que puedo seguir rescantándolas y cantándolas siempre que me aguanten los huesos. 

Esta es mi historia, tu historia. Nuestro "Diario de Viaje".



De alguna manera indescifrable caminamos juntos...
Hasta el año que viene.
Salud.